Informar, escuchar y ajustar: ¿una vía de solución para el conflicto magisterial en chiapas?
Por Samael HERNÁNDEZ RUÍZ
Si se me obligara a resumir con pocas palabras la situación del conflicto magisterial en Chiapas, propondría tres: estancamiento, desgaste y persistencia.
La persistencia tendría que ver con la insistencia en la demanda de abrogación de la reforma educativa, continuidad del paro, así como de las acciones de boicot a la economía mediante bloqueos de vías terrestres y toma de instalaciones públicas y privadas.
El desgaste se observa en la apatía silenciosa de los trabajadores de la educación, que por una parte reciben la presión de los padres de familia para que regresen a clases y por otra, si lo hacen, la amenaza de represalias por parte de sus dirigentes.
El estancamiento refiere, en primer lugar, a las dificultades que se presentan para el regreso a clases, porque esto pondría a los maestros de cara a los padres de familia, que no sólo exigen la normalización de las actividades escolares, sino también de los trámites que tienen que ver con la entrega de boletas y certificados de primaria y secundaria.
Está por otra parte, el tema de incidencias del personal de las escuelas, que expresan las necesidades de cambio, pagos, promoción, licencias etc. de los trabajadores. Se agrega a lo anterior las carencias de las escuelas en materia de mobiliarios, equipos, reparaciones, etc. que también están pendientes de resolver.
Todos estos asuntos no se pueden resolver por los acuerdos que tiene la CNTE de no tratar nada con las autoridades educativas, por eso los supervisores y directores de escuela están maniatados y temerosos de cualquier contacto con autoridades educativas.
El estancamiento que se extiende a la falta de avances en las negociaciones, y la reacción de una opinión pública exacerbada por la violación de las garantías constitucionales y la opacidad de lo que en las negociaciones se trata y acuerda.
Por su parte, la Asamblea Nacional Representativa de la CNTE (ANR), mantiene su política de no dar marcha atrás a sus demandas y de consolidad el frente único nacional, mientras en los estados, los trabajadores de la educación son desplazados en su protagonismo por estudiantes de las normales y las organizaciones sociales, como es el caso de Chiapas.
Así las cosas, llama la atención que, en contraste con lo que sucede en Oaxaca, en Chiapas algunas personalidades, buscan construir vías de solución al conflicto. Una muestra de lo anterior es el Seminario Permanente de Análisis de la Educación, cuya sede fue la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH), al que fui invitado y que me produjo una reconfortante sensación de que no todo está perdido.
El seminario se llevó acabo el 29 de agosto de este año y contó con el patrocinio de la universidad, como he dicho y del sindicato de maestros.
Fueron invitados ponentes de los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Ciudad de México y Michoacán, que incluía a analistas de la CNTE, el SNTE, la UNICACH e independientes. Asistieron en calidad de participantes un total de cuarenta y cinco personas aproximadamente. Todas con posibilidades de intervenir en el debate, que se centró en la Reforma Educativa y la resistencia a su puesta en práctica. El seminario se realizó a puertas cerradas debido a su diseño, básicamente académico, pero también para evitar cualquier tipo de agresión a la universidad.
En el desarrollo del seminario se presentó un primer bloque de ponencias relacionadas con la resistencia al modelo educativo y su dinámica, posteriormente una ronda de preguntas a los ponentes.
En el segundo bloque se presentaron tres ponencias relativas al contenido del modelo educativo y después dos rondas de preguntas.
Al final se presentó un resumen de los contenidos de las ponencias y del debate. Con esto se cerró el seminario.
Además del interés que despertó en mí el desarrollo del propio seminario, pude colegir que la mejor forma de reencausar la inconformidad y reducir la conflictividad de la protesta en Chiapas, tiene que incluir varios elementos; aclaro que no son mis ideas, sino lo que pude tomar de lo dicho por los participantes, cuyos nombres no estoy autorizado para citar y menos en el caso de los trabajos presentados, mismos que aún no se publican.
Con la precisión anterior, continúo: quizás la mejor forma de construir una vía de solución al conflicto chiapaneco requiera de lo siguiente:
- Comprender no sólo el sentido, las implicaciones de la reforma educativa y la resistencia a ella; sino también la forma de pensar del trabajador de base.
- Evitar que la información que reciben las autoridades federales (Presidencia, SEGOB y SEP) se distorsione por el sesgo que le dan las autoridades estatales y algunos asesores o incluso algunos funcionarios con intereses electorales.
- Proceder con una amplia difusión del contenido de la reforma a los trabajadores de la educación, pero también a las autoridades, bajo la lógica de: Informar- Escuchar-Ajustar. Este procedimiento se refiere a las políticas que se pretenden aplicar con la reforma educativa.
Sobre cada una de estas posibles líneas de acción me referiré en futuros artículos, por lo pronto, le comento al lector, que las ponencias presentadas en el seminario serán publicadas en una serie de cuadernos en papel y en formato electrónico.
En sus conclusiones, los participantes dejaron muy clara su posición de mantener al seminario como un espacio de reflexión al margen de los grupos e intereses que intervienen en el conflicto magisterial chiapaneco y que el seminario centran su interés en orientar para la compresión de la reforma educativa y sus opositores, con el propósito de recomendar posibles vías de solución al problema.
Un acuerdo muy importante, fue el de rotar la sede del seminario, el primero fue en Chiapas, los siguientes serán en Oaxaca, Michoacán, Guerrero y la Ciudad de México, aunque no en ese orden.
Me gustaría que las autoridades y sindicatos de los estados mencionados, apoyaran este tipo de iniciativas; aunque cuando los políticos apoyan casi siempre quieren eventos de relumbrón; mientras que la política del seminario chiapaneco es de seriedad y discreción, los organizadores lo menos que quieren es publicidad y eso no le gusta a los políticos. Desde luego que los trabajos y las conclusiones del seminario serán difundidos, se espera que con amplitud, pero el hecho mismo de reflexionar se mantiene en el seno del claustro universitario, como debe ser.
En este aspecto las cosas marchan bien. Ahora recuerdo que la CNTE nació en Chiapas en 1979; ¿Será acaso que de Chiapas surja ahora la clave para encontrar una vía de solución al conflicto por la reforma educativa? Ya veremos.